domingo, 19 de octubre de 2008

Vaciar papelera...

4 comentarios:

Goodtype dijo...

¿Podemos vivir sin mails?
Está comprobado: la bandeja de entrada del correo electrónico puede resultar adictiva. Para combatirla, impulsamos el Mail Free Friday. Los riesgos de la intoxicación electrónica.

S i, como se dijo, la reunión de trabajo podrá ser la principal causa de muerte para el hombre de 35, el mail sería el aviso previo, un llamado del más allá: "You have a new message!". Ay. El Blackberry vibra en el bolsillo y se transpira frío al notar al enemigo tan cerca de la entrepierna.

Una máxima periodística asegura que los números aportan verosimilitud aun en columnas que deliberan sobre la vida privada de la gente, así que, sin pudor por ventilar la privacidad de mi "inbox", reviso la bandeja de entrada en busca del correo electrónico que alguna vez guardé:
From: USA Today Alerts
Subject: Overhelmed by mail?
Text: "En todo el mundo, cada día se envían 39 mil millones de mails personales, 17 mil millones de alertas instantáneas y 40 mil millones de piezas de spam".

Una licencia me permite transcribir aquí en castellano el cuerpo del mensaje, sin perder nada en la traducción, y, con la impunidad del copy & paste que impera en el ciberespacio, me apropio de la última campaña viral: "Mail Free Fridays". Cuando la compulsión lleve al dedito a cliquear "check mail check mail check mail", unos anarquistas digitales lanzarán la rebelión. Si el Casual Friday desterró las corbatas de la oficina en ese momento cuando faltan apenas unas horas para el fin de semana, este movimiento se propone un viernes sin correo. Y, aunque la idea parezca el berrinche de unos anarcos analógicos, habrá que decir que la empezaron ingenieros de la tecno Intel.

¿Podemos vivir sin mail? Menos preocupada por la tranquilidad mental de los empleados que por la efectividad de las organizaciones (se calcula que el oficinista promedio recibe ciento cuarenta mensajes por día, ¡80 por ciento de basura!), Marsha Egan, una gurú empresarial yanqui, enumeró los tres pasos para no quedar servido en bandeja (de entrada): a) no use el mail para evitar las tareas ingratas: aunque entablar diálogo con el intratable de Recursos Humanos se vuelva una misión ímproba, resista la tentación de enviar un mail para cualquier cosa que pueda resolverse personalmente. Las empresas que probaron con el Mail Free Friday redujeron su tráfico de correo virtual en un 75 por ciento. b) No chequee todo el tiempo: una estadística de las corporaciones indica que el oficinista despilfarra una hora y media por día en su bandeja de entrada. Hay casos documentados de zombis con la mirada ida frente a la pantalla: esperan la respuesta de un mail enviado hace 5 segundos.c) Responda primero los mensajes más importantes. Mientras se dice que se están por abrir clínicas de desintoxicación para los delatados por la compulsión, los extremistas militan por lo que ya se llama "mail bankruptcy": quebrado por la ansiedad, aquel que sin piedad ni remordimientos borra toda su bandeja de entrada. Y empieza de nuevo. ¿Se siente empty? El vacío puede ser no sólo existencial.

Unknown dijo...

¿Podemos vivir sin mails?
Si.
¿Queremos vivir sin mail?
Decidalo usted.
¿Debemos vivir sin mail?
No.

Anónimo dijo...

De acuerdo en todo con mister S!.
Che, a mi gusto medio largas algunas notas negro. A mi criterio esta es poco interesante, no en el tema sino en el desarollo. Parece sacada de revista VIVA.
Aprovecho lo que dice para decir esto por escrito en vez de personalmente como dice la nota. Casi un mail.

Ernst Ortiz

T-topox dijo...

De guacho estaba bueno el hecho de que si te ibas a la bosta, no tenías a tu vieja, etc, "en el bolsillo" rompiendo las pelotas.
Y estaba mas bueno pelotudear en los fichines sin la "necesidad" de revolotear por el cyber chequeando correo. Pero reconozco que está bueno ganar minitas por SMS/MSN!!!! ajajajjaja